«Most people are other people. Their thoughts are someone else’s opinions, their lives a mimicry, their passions a quotation.»
— Oscar Wilde
Tengo un buen trabajo, que me gusta casi la mayor parte del tiempo.
Tengo amistades verdaderas, que se juegan por mi; algunas muy viejas, algunas nuevas que me permito descubrir.
Tengo una colección de amigos a los que tuve que dejar en el camino.
Tengo niños que me abrazan y me besan y me dicen te quiero.
Tengo una familia con sus dimes y diretes, pero completa.
Tengo una casa de finde con mucho verde.
Tengo un departamento propio y un auto decente que me dan la libertad que me gusta.
Tengo diversión, tengo tristeza.
Tengo un carácter importante, pero lo compenso con dosis de protección a los que quiero y buen humor.
Tengo el don de la observación aguda, y picos de humor cambiantes siempre justificados.
Tengo ideas un poco revolucionarias a veces, pero tengo el criterio para moderar el momento oportuno de sacarlas.
Tengo un título y varios por ahí, y muchos proyectos.
Tengo reuniones para concretar laburos nuevos.
Tengo cocktails, tengo cenas, tengo algún que otro poema de amor no correspondido.
Tengo un tatuaje sexy que, sin embargo, marcó un antes y un después en mi vida.
Tengo rosas rojas de vez en cuando.
Tengo un cajón llena de cartas de ex, algunas amorosoas, otras llenas de resentimientos.
Tengo 3 fracasos amorosos dolorosísimos, y tarjetas de invitación a mi casamiento que nunca se enviaron.
Tengo una pérdida irreemplazable que nunca podré superar.
Tengo muchas carencias, y muchos defectos. Y mucho trabajo para ver y valorar lo que tengo.
El día que Martiniano cumplió 6, tenía también una migraña y una caja de los Bakugan en mano.
Como siempre, me coloco fuera de la escena automáticamente, a observar los diálogos, los gestos, y reflexiono.
Ante la cantidad de cosas que hacer, la mamá de Martiniano, Lucía, compañera de la primaria, me pidió si podía bañarlo.
Bañando a Martiniano me dijo, de repente:
Porqué no tenés novio? Si sos linda, divertida y buena, y me regalas lo que quiero.
Le contesté:
A veces no podemos tener todo lo que queremos, pero cuando uno menos lo espera, también nos llegan las cosas que ahora no tenemos. Hay que aprender a no tener todo.
Ah, así como yo no tengo a mi papá, que no le importa que hoy sea mi cumple no?
Realmente no supe que responder. NO sabía si me correspondía contestar.
Pero le dije:
Bueno, el se pierde de conocer a un nene tan espectacular como vos. No te parece?
Me dijo:
bueno, vos también sos espectacular, y no tenés novio… Ellos se pierden de estar con nosotros ahora. Pero ya van a venir.
van a venir?
Tu novio y mi papá. Es como los dibujitos. Todavía no llegó la parte esa de la película.
Terminé de cambiarlo, y pedí la compu de la dueña de casa para chequear e mails.
Había un archivo abierto, que no pude dejar de mirar. Era el listado de los invitados a la fiesta de Martiniano.
Todos eran números pares, parejas.
El único número impar era yo. Carla: 1
Agregué al lado de mi nombre
Carla: 1. Espectacularmente no tan sola.
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