Archivo | octubre, 2009

flora exotica

30 Oct

A la salida de un viernes como hoy, pesado, caluroso, me dirigía al garage de la empresa para buscar mi auto. Como siempre, tenía el tiempo contado: el plomero me aguardaba en 25 minutos en los que debía lograr abarcar la General Paz, Lugones y salir por Sarmiento con la consabida larga fila de autos en ese experimento que realizaron que tanto nos ha facilitado la vida a los palermitanos.

De repente, antes de la entrada al garage, observo que una empleada de la empresa, en sus 50s, con quien nunca había hablado pero que conocía de vista, estaba arrodillada en el pasto. Obviamente la miré, y me di cuenta que estaba arrancando flores o yuyos.

Extraña flora la de San Martin_pensé_ todo producto encuentra su plaza, finally.

Seguí de largo y redirigí mi visión hacia el garage, pero al verse en una extraña situación, la señora se paró y me siguió.

Estaba arrancando tréboles de 4 hojas, me dijo, dándome explicaciones que yo no le había pedido, pero que evidentemente mi mirada sí.

Y mira, encontré uno de 5 hojas!

Como es mi costumbre, o fluyen las palabras más inadecuadas, o me llamo a silencio sepulcral, bien polar como suelo ser.

Ah! Que lindo! _ le contesto, evasiva_ lo bien que vienen esos de vez en cuando.

Mi mala suerte serial me viene acompañando desde aquel día. Aquel día en que, llena de huevos podridos, yerba y otros males me recibí de licenciada.

Vino, sin avisarme,  con un ramo de rosas amarillas, que son mis favoritas, Y me propuso casamiento.

Ante esta disyuntiva, acepté aunque con dudas en mi interior.

Dudas que podía haber desestimado, como me han marcado varios, no existe lo perfecto, hay que elegir, que más querés….

O como, los menos, han aplaudido, cuando dejé el vestido y las invitaciones a mitad de camino el año entrante. Llanto de la suegra, llanto de mamá.

A veces desviarse te trae lo mejor. Tengo miles de casos donde podría contar como las cosas fueron mejor.

Y a veces no pasa nada, como en mi caso, al menos hasta ahora, donde la duda de un castigo divino ante lo que la vida ofrecía avizora en la neurosis más pronunciada. Al fin y al cabo, no creo en gualichos o pócimas mágicas.

La cuestión que, la señora P. me regaló el trébol.

No nena, llevatelo y que te venga la buena suerte, guardatelo en la billetera. Yo no creo en las brujas, pero que las hay las hay….me contestó, ante mi explicación de estar en una “mala racha”.

Llevatelo y además bañate con ruda del cuello para abajo (más que la ruda me llamó la atención lo del cuello para abajo. ¿Qué pasaría si en mi torpeza se me ocurre salpicarme la cabeza???)

Subí al auto, y me puse a pensar mientras conducía.

En todas las situaciones vividas, que pueden ser también leídas como signos de buena suerte, depende el ángulo en el que se las mire.

En la sucesión de eventos macabros.

En las lágrimas derramadas.

En las risas y las alegrías también disfrutadas.

Girando bruscamente en Lugones, grité.

El trébol salía volando por la ventana, sin que pudiera hacer nada.

Nada para impedirlo.

Y culpándome, ante mi descuido, pensé en el resto de mis culpas, mis responsabilidades, y el resto de mis descuidos, no atesorando y recelando, sino despidiendo por la ventana.

Hasta que me acordé, respiré nuevamente, ay siii, qué alivio…

Todavía me queda el baño de ruda…

el de las causas perdidas

28 Oct

Mi amigo Ramiro López (así se autodenomina, amistad que nunca certifiqué ISO) se digna a veces de escribir cuentos bastante estrafalarios, no por ello menos enigmáticos y que disfruto mucho.

Voy a ocupar una parte de este blog, para postear estos relatos que NO SON de mi autoría (su calidad es superior) para darles un espacio. Vale la pena que tengan un lugar en la blogosfera aunque así el no lo prefiera y, que las bondades de internet se encuentren al alcance de todos…

HUELLA, octubre 2009

“No todos nacen para dejar huella”
Disparó. A quemarropa.
Desde el pasillo recibí la perdigonada verbal. Parapetada detrás de su escritorio, sin siquiera levantar la vista cuidadosamente velada por unas gafas, sentenció, o mejor dicho condenó a media humanidad a caminar en el aire para siempre. No creo que fuera para mí (no es garantía lo que yo crea) pero cuando uno dice algo sin mirar a nadie en particular, es porque es para todos en general. Además como todo acto de terrorismo (en este caso intelectual) no hay distinción entre culpables e inocentes, todo se resume a lograr el efecto deseado.
Pasé de largo, sin decir nada, como casi siempre. Posé la mano sobre una pila de papeles, toqué una muestra , otra, pregunté algo intrascendente, en un ritual estudiado que me permite ganar tiempo cuando estoy tomando una decisión. No era cuestión de iniciar una discusión en el pasillo, así que me retiré despacio, protegiendo lo que quedaba de mi investidura (soy el jefe de 8-17) ya bastante deshilachada como para perder una vez más.
Me senté frente a la pantalla y abrí un archivo cualquiera. Me preparé a masticar, casi a rumiar la cuestión. Como todas las cosas que no te gustan, se tragan rápido y se digieren despacio. No vaya a ser que se repitan.
Dejar huella… ¿Quién puede afirmar que hay personas que heredan como un título nobiliario esta capacidad? ¿Cómo se puede sostener que hay gente condenada a la ingravidez de por vida? ¿Como se define una huella como algo que uno tiene o no, deja o recoge a voluntad? Una huella no es algo propio que se dispensa a voluntad o se añora con la ñata contra el vidrio como rezonga el tango.
Una huella es algo compartido. No hay título de propiedad para guardar en la caja fuerte ni juicio de divorcio capaz de dividir semejante bien ganancial. Una huella es una cuestión de dos. No es casualidad que cuando alguien piensa en una huella tienda a poner el foco en el que pisa  y no en la superficie sobre la que camina. El mundo en el que vivimos deja la reflexión y la contemplación para los libros de autoayuda y las filosofías orientales, y entroniza a la acción. El que pisa vale, la otra parte se da por sentado que está y va a estar siempre. Da lo mismo, no cuenta. ¿No cuenta?
Pasemos a lo fáctico (mi especialidad) Un gusano, raza cuyo máximo aspiracional en vida es transformarse en carnada, es capaz de dejar huella, cuando la tierra húmeda, viva,generosa, lo recibe. En el otro extremo tenemos al mármol, superficie cara e impávida asociada a un concepto de eternidad más relacionado con no haber vivido nunca que con pasar de una vida a la otra. Por algo es el revestimiento preferido en Chacarita y Recoleta. Ni una estampida de elefantes puede arrancarle mas que el brillo durante un rato. Uno puede pisarlo, patearlo, puede gritarle y hasta romperlo a martillazos. Pero es difícil que acepte una huella. El actor cuenta, pero no decide, la superficie tiene siempre algo que decir o que callar.
Por lo tanto, ningún individuo puede dejar una huella sólo. No es una capacidad individual. Tampoco es una incapacidad que se pueda declarar unilateralmente. Nadie razonable puede decretar “yo no nací para esto”. Es cierto que habrá duplas con enormes dificultades para generar huella. Definitivamente. Pero siempre hay otras combinaciones posibles. Es matemáticamente improbable que alguien pueda demostrar la completa inexistencia de un par, de su par . Tendría que agotar todas las posibilidades de combinatoria posibles y recién entonces habría certeza. O casi…
Si Miguel Ángel o Donatello  hubieran sobrevivido hasta nuestros días y hubieran leído este divague hasta este punto, hace un párrafo que estarían levantando la mano para darme su opinión, indignados. Siempre hay alguien distinto, uno con el arte suficiente, capaz de insuflar vida al mismísimo mármol, a golpes de cincel, con paciencia y pericia. La matemática de las probabilidades no agota el tema. Siempre hay resquicio para un imprevisto, para lo inesperado. Cada mármol tiene su artista…
Sonó el teléfono y volví y dejé al imaginario Miguel Àngel con la palabra en la boca.
El negro alcahuete de mi protector de pantalla me delataba. Moví el mouse  mientras despachaba al inoportuno del teléfono con una sarta de monosílabos. Interrumpí la rumia.
“Llueve”. Dijo un desocupado consuetudinario que ni siquiera disimulaba como yo mirando la pantalla.
Supongo que me envalentonó la lluvia y la idea de la tierra húmeda, viva y receptora. O quizás fue el papel de abanderado de causas perdidas que nunca superé del todo (siempre me quedó la duda si me elegían o me postulaba sin querer). Me paré dispuesto a vender caro los harapos del disfraz prestado de 8 a 5.  Nadie podía ver el grueso fajo de argumentos que tenía preparado para la terrorista de las gafas. Iba a apelar la condena un poco por mí y un poco menos por el resto.
Me vio venir. No se sorprendió cuando me apoyé en su parapeto.
Pero ni siquiera ella se dio cuenta. Nadie repararía en el detalle.
Las botas de lluvia y el cincel en la mano.

mi diagnostico actual

24 Oct
analizandome con herramientas de otras disciplinas...

analizandome con herramientas de otras disciplinas...

single mum 1

22 Oct

Sonó el despertador a las 6.50 me levanté apagué especulando medio dormida que en 15 minutos sonaría el celu por lo que no sería necesario ni requeriría un esfuerzo extra ya  ya  ya quien dice ahora un minuto más en este momento levantarme y mientras pienso esto con un solo ojo miro la ventana y confirmo que lo que escucho no es una alucinación sino que efectivamente esta lloviendo a lo que sin tener tiempo de apoyar nuevamente la cabeza y mientras me acomodaba la musculosa que estaba liada para el lado derecho dejando al aire una de mis lolas escucho que estaba el show de la noticia y ya Karulias peleaba con Grabia y hablaba de como cada vez hay mas mujeres solas, y ya a las 6.52 tomé conciencia de estar acostada sola y de toda la problemática que eso atañe y en la salida del viernes que viene con este flaco que no me mata pero que esta bueno para un poco de mimos y quiero relajar un poco pero bueno no deliremos que hay que levantarse y vamos son solo las 6.53 mejor me acuesto otra vez cuando noto que en realidad no son las 6.53 ni las 6.52 y el reloj sigue marcando las 6.50 con lo cual es como que me tiraran un vaso de agua helada y no puede ser que no haya pasado ni un minuto y salto y busco busco desesperada el celular se habrà caido tras la cama? corro el respaldo pesado y alli yacía la luz de la verdad mi celular que marcaba las 7.50 y me doy cuenta que acaba de pasarme la típica apnea que no registrás que efectivamente pasó una hora mientras hilaba pensamientos y en realidad ahora que me acuerdo hasta soñé con que el viernes salía con alguien pero en realidad no salía sino que traje un recuerdo de hace unos meses y bueno estas cosas pasan en los sueños siempre  así que basta y mejor me levanto desesperada y revuelvo algo negro vamos a lo seguro me digo con la típica ropa negra de oficina y me mando un rimmelazo mientras meto el celu en el bolsillo a la vez que lo saco porque recuerdo que así  ya perdi varios celus y lo meto en el bolso y busco las llaves del auto mientras a la vez agarro la manzana de medio día o mediatarde depende del trascurso de las horas y de repente me asusto  me asusto oh por dios están abriendo la puerta no llego a cerrarla voy a ser el típico caso de mina estrangulada siempre dicen hasta que te pasa a vos y si me encierro en la habitación y de repente sin poder moverme paralizada transpirando entró ella  y me acordé que ya le había dado mi llave a la nueva señora que hoy se le ocurrió venir más temprano y que me salva de la mugre y el desorden y de repente todo tiene sentido mientras trato de disimular el sobresalto y bajar la taquicardia y salgo a la calle el auto no está, tratando de hilar donde dónde es que anoche lo estacioné un día de estos no me voy a acordar donde lo dejé y ahí está pero el viejo ya me quiere cobrar una tarjeta porque son más de las 8 y me hago mejor la tonta porque este meses tamos fritas car y arranco y la veo en el asiento del acompañante.

Me acuerdo. Cómo me cuesta acordarme.

Todavía no estoy acostumbrada, no es lo que planifiqué.

La vuelvo a mirar.

La caja del evatest que dió positivo. Sonrío y pongo primera mientras empiezo a tararear Gwen Stefani y dejo por primera vez, de pensar.

dedicado a todas ellas que enfrentaron la vida.

maradonianos y no maradonianos

15 Oct

«No fue fácil, terminó como había empezado: complicado. Clasificarse es siempre el objetivo, a veces resulta más fácil, a veces más difícil como nos tocó ahora. Ahora tenemos el tiempo necesario para que el técnico trabaje para encontrar el equipo que vaya al Mundial», agregó la Brujita.
«El equipo tuvo determinación, conseguimos lo que vinimos a buscar que era la clasificación. Cuando las cosas van bien o cuando van mal siempre se pide más. Nuestra meta era buscar el objetivo para empezar a trabajar con tranquilidad», detalló.
Verón aseguró que viene un tiempo de «oídos abiertos y no sólo de opinión». «Es un paso importante el que dimos hoy a partir de ahora hay que trabajar para mejorar hacia el Mundial. Las cosas pueden salir mucho mejor de lo que se están haciendo», concluyó.

Verón, al finalizar el partido Argentina-Uruguay, hoy.

Descaradamente, recibí hoy un mail de Finanzas donde se me increpaba sobre falta de respuesta sobre un proyecto que estoy desarrollando.

Porque descaradamente?

Porque yo no había descuidado un paso de tal proyecto. Hay un protocolo a seguir y estaba realizado tal lo previsto. Como me pasa hace dos años, aún o aprendieron a cumplir lo que ellos mismo diseñaron. Y se los recordé, cansada de ponerle onda.

Sin al menos intentar siquiera cubrirse las espaldas con una buena jugada, garca pero inteligente, no solo no admitían el error, (de ultima quien no los tiene y yo no soy del estilo de deschavar errores de los otros gratuitamente) sino que trataban de cargarme un error a mi.

Amablemente, pero sin detalles floridos, contesté:

Este procedimiento ya está contemplado. Como en procedimientos anteriores, por favor revisemos el protocolo pre-establecido, y sigamos los pasos para evitar confusiones.

Saludos, C.

Pasó la tarde. Mi jefe me llama y me muestra el mail que recibe del gerente de finanzas, a quien llamaremos X. Este decía:

“Mira el mail de C. , como me contestó…, a vos te parece? Ojo quizás estoy viendo fantasmas donde no los hay.”

Tal el estilo de mi jefe, con quien tengo confianza como para que me llame y me muestre mails donde yo no soy la destinataria, y conociendo las jugadas de X, le pregunto; “le contestaste?”

Me muestra su rta:

“Si. Estás viendo fantasmas .saludos”

No quise que un tema así me sacara energías porque no tiene trascendencia. Pero no pude evitar enojarme.

Hablando con Analia, mi compañera, me dice:

“X no sabe tratar a las mujeres. No te preocupes. Una trata de ser prolija y ellos arreglan las cosas en reuniones de café  donde se cagan de risa de los que cumplimos los procedimientos”

El mismo estilo que yo tengo para escribir, es el de mi jefe.

El es un tipo factico, asertivo, brillante, sin adornos y eficaz, va al grano.

Yo con ese estilo fui tratada de “seca, faltaba franela en el mail, tenés que ser más dulce”

Cumplir el procedimiento me transformaba en una mina jodida, hasta en el imaginario alguno que no me conoce en twitter ha tirado algo así como “pelo tirante, anteojos, pelo negro” (juaa)

No, uso pelo suelto, bastante salvaje, soy bastante desprolija y no sigo los procedimientos siempre. Solo en el trabajo y no me parece mal. Soy divertida, boludeo bastante en mi vida, y uso muchos colores en la ropa. Y bailo el carnaval carioca.

Después a la noche vi el partido con Pablo.

Maradona nos representaba al mundo con un “que sigan chupando”

Después escuchamos a Bielsa,  del otro lado, correcto, prolijo.

Y me la pasé escuchando esta frase durante las siguientes 2 horas, en todas su versiones:

Que me la chupen. Chupala.  Que quien se la chupa a quien. Que los vamos a coger …

Y así nos vió el mundo. Los códigos que valen, para muchos, aunque por suerte no para todos.

El tranfuga, el piola, lo de siempre, el ser el argento canchero.

Viva Verón, que se referió a lo mismo pero con mucha altura. Y no por eso su discurso no es eficaz.

paralizada

13 Oct

Bibiana estaba bastanta hostigada por su trabajo. Se dedicaba al máximo, trabajaba entre 12 y 13 horas por día, respondía a su jefe hasta en sus horas no laborables.

Cubría las cagadas de sus jefes, hacía informes que luego firmaban otros en su autoría.

No, no era una estúpida. Creía en el derecho de piso y la recompensa después.

Le habían prometido un ascenso y una mejora salarial, lo cual necesitaba mucho, ya que era el único sostén de su hogar. Madre soltera, quería lo mejor para su hija Sofi, de 4.

Un poco de sacrificio ahora para lograr un bienestar futuro. Sobre todo teniendo como competencia a la amante del contador.

Aquella mañana, notó algo raro en el espejo.

«Habré dormido mal», negó el reflejo y se vistió, partiendo rápido a tomar el tren.

En cuanto llegó a la oficina, alguien le recalcó:

«Estás usando una bota de un color, y la otra de otro color»

Un simple descuido, se dijo.

Reunión, muchos jefes, mucha solemnidad.

Bibiana entró. Era un día de prueba para ella. Quizás si le iba bien hoy, todo saldría más rápido. La oportunidad para ser vista.

Notó que la miraban raro.

Volvió al baño, excusandose.

Nuevamente se miró en el espejo. Sonrió. No, no podía ser.

Solo la mitad de su rostro le respondía. El resto de los músculos faciales de su hemisferio izquierdo estaban inamovibles.

Ya no podía negarlo más.

Transcurrió el día tratando de no hacer muchas muecas, disimulando.

Llegó al médico al fin a las 20.30 hs. Tenía una parálisis facial.

«Tenés reposo por un mes mínimo más rehabilitación después. esto puede deberse a un golpe de stress»

«No puedo! mañana vienen clientes de Chile, no puedo, debo estar»

» No es lo que debés, sino lo que podés»

Y así vio diluída su oportunidad cuando, ascendieron en ese mes a su compañera en vez de a ella.

Pueden ser muy ingratos cuando quieren.

maestra rural, parte 4

5 Oct

Llegaba el día de la primavera. Mi amiga Fran, maestra de inglés en otra escuela me llenaba la cabeza:

Caaaar!!!!!!! Lo bueno de esto de ser pendejas en una escuela es que seguro te eligen como reina de la primavera!!!”

“Reina de la primavera? Buaa, esas cosas no me interesan, sabes que me parecen sexistas, superficiales, bla bla bla”

“No sabés lo linda que quedé yo el año pasado!!! Vas a ver, afloja nena!”

Y pensé. La fantasía de ser reina de algo (jamás en Bariloche), sería una buena fantasía para jugar con mi novio. Estábamos en esa fase experimental (la famosa meseta) en donde ya pasó la novedad y empezás a experimentar con fantasías jiji)

Llegaba el día, y me adelantaron y solicitaron que acepte representar a la primavera ese año tal como Fran había predicho. Que emoción! Y bue, un poco de superficialidad estaría bueno… Ya me imaginaba las flores, la banda, el make up (tengo que pedirme turno a la depiladora), la malla (oh my god dieta líquida ya! super: gelatina, soja, lechuga), tengo que mostrar las piernas si! (al fin al cabo es lo mejor que tengo)

En menos de una semana estaba emocionadísima como si fueran a coronarme Miss Argentina.

Y llegó el día, la coronación.

Mi novio iba (special guest) para hacer la previa, con la excusa de que después me debía llevar a casa lo dejaron pasar.

Me metí en el aula destinada al cambio.

La escuela aguardaba, los chicos merendaban. Día espléndido.

El profe de Lengua expectante, se relamía (puaj)

Ese es el traje?”_ exclamé a la maestra de tercero que me ayudaba con el cambio, asustada.

“Si nena!! Dale que nos están esperando”

Y salí.

Mi novio M. no pudo aguantar la risa.

Salí vestida de la Pachamama, con una túnica gigante y una careta, designada a honrar a la madre Tierra. Así se festejaba la llegada de la primavera en esa comunidad.

Decidida a pasar el rato con dignidad y a la vez respetar el festejo de la comunidad, logré sobrevivir con sonrisas el pesado make up donde no se me notaban los rasgos y traté de sobrellevar la túnica de la mejor manera. Acepté fotos, sonreí.

“Ni se te ocurra decirme nada que te mato”, le dije a M. al subir al auto.

Esa noche igual no me quedó otra que darle el gusto.

Y fui la princesa Leia para mi Han Solo.

maestra rural, parte 3

2 Oct

Ramón, quinto grado

Ramón estaba en quinto grado allá por mis 18 años. Pero lejos de tener 10, tenía 15. Su altura, era casi la mía, pero su mente era la de un nene de 8.

Comprendí rápidamente que, no iba  a poder enseñar mucho inglés a ramón. Apenas sabía algunas letras en castellano porque, según me dijo la directora “a estos los dejas pasar, que vas a esperar”

El primer día de clases, en vez de entregar las fotocopias con ejercicios de colores que entregué,

Me devolvió una hoja con un dibujo maravilloso de un dragón, de una brillantez gráfica inusual. Y decía “te amo”

Ramón se convertiría en mi más ferviente admirador (recordar que era una niña y la más joven de sus maestras tenía 54, sin desmerecer) carente de la capacidad de simbolizar, y por ende, comprender las consignas, entendí para mi extrañeza que la función de la escuela era en su caso, no precisamente la de aprender.

Garabatos se sucedieron uno tras otro en mi agenda, sin esperanzas de que adquiriera ni comprenda la lecto escritura, al ver su cara de desesperación ante la llegada del almuerzo, y adentrarme en su historia, aprendí a recibir los dibujos más exquisitos, y a consentirlo entendiendo que el sistema que no funciona a la perfección, para el era el mismo que lo alimentaba.

María, cuarto grado

De 9 años, se transformó también rápidamente en una de mis favoritas. Aprendía rápidamente, era prolija en todo sentido, cordial y buena compañera.

María tenía 5 hermanos, y una casa que visité a los pocos meses. Me preguntaran porquè?

Era común en la escuela, hacer campañas contra las ratas, más que nada porque, en la mayoría de las casas de los chicos, había ratas. No, en un rincón y de vez en cuando, sino como moradores permanentes, ruidosos y accionando en masa.

El piso era de tierra, y al visitar la casa de María vi como se ocupaba no solo de la escuela, sino también de alimentar a sus hermanos y vender cosméticos vía catálogo. El espíritu que solo tienen algunos pocos de enfrentar las dificultades sin cuestionar a la vida, a Dios, o al algún espíritu maligno o freudiano, el cual yo no tengo.

Ese año María dejó de asistir al colegio durante un mes.

De ser la alumna perfecta, volvió perdida, descuidada.

Violada por su tío, según contaron en la dirección. Embarazada.

Hoy María tiene 23 años, un hijo, y estudia abogacía gracias a una beca.

Toma 1 colectivo, 1 tren, y 2 colectivos todos los días ida y vuelta a su casa.

Lee este blog y sigue siendo tan prolija y cordial como a los 9.

El profe de lengua, en séptimo grado

Seño, el profe hoy nos dejó una composición de tarea

Ah si?

Si!!! Sabe como se llama?

No, no como se llama?

La profe de inglés.

Me parece que quiere ser su novio seño.

Porque no viene con el y nosotros al viaje de egresados?

Victor, quinto grado

Victor fue el peor de los alumnos. No en el sentido de calificaciones, aunque no eran las mejores, sino porque al segundo día se escapó de la clase. Inexperta, pendeja, salí del aula a los gritos para buscarlo dada la responsabilidad que me concernía estar a cargo de 40 chicos.

Me contestaba, me hizo perder la voz, llorar y desear renunciar.

A ver, la idea original era irme a Europa y por eso estaba trabajando contra la volunta de de papá, viviendo experiencias desagradables y frecuentando un ambiente que consideraba amenazante para el mundo de muñecas en el que yo me había criado.

Soy masoquista?

Hasta que, yendo a la facultad, una tarde, lo vi.

Victor subiendo el tren y la pila de diarios bajo el brazo. Repartiendo a viva voz con sumo humor la matutina. Me vió, nos reímos, le compré el diario.

“por favor mis (si, mis), no le cuente a los chicos, me da vergüenza”

“porque debería darte vergüenza trabajar?”

“porque ellos creen que yo tengo plata”

“porque les mentís?”

“porque así no se burlan de mis cicatrices”

La espalda golpeada. La humillación.

La denuncia ante la directora.

El dejate de joder y no te metas.

La impotencia, charla con papá.

Victor siguió molestando en clase todo el año y el subsiguiente, pero no tanto ya. De vez en cuando me guiñaba el ojo y me tiraba besos.

Y yo ahorrando para “conocer Europa”.

En algún momento el medio se transformó en un fin en si mismo.

Nunca me sentí tan desubicada, tan idiota, superficial, y privilegiada en mi vida.

importante

1 Oct

Esta vez quiero citar un post de un nuevo blog que estoy leyendo, y que me parece muy bueno e importante difundir.

La representación social de lo que es una «violación» de una mujer y todas las variables que la pueden hacer «excusable» como violación, soportada por un sinnumero de concepciones culturales sobre las relaciones sociales, el cuerpo de la mujer, sus derechos, las leyes y sus vericuetos.

Para leer y pensar.

VIOLACIONES PERFECTAS

Existen dos tipos de violaciones: las violaciones perfectas y las imperfectas.

Las violaciones perfectas son aquellas de las que nadie pone en duda su realidad. Nadie, excepto personas realmente enfermas, van a atreverse a decir: esto no fue una violación. Son casos excepcionales,que no ocurren casi nunca en la realidad, pero son los casos de los que más se habla en los medios y son los casos que las mujeres más temen, cuando las posibilidades de ser violadas en esas circunstancias son casi tan escasas como las de morir en un accidente de avión: ocurre, pero es raro.

Ejemplo de violación perfecta: una mujer que se encuentra sola en una calle oscura o una playa de estacionamiento, y es atacada por un violador serial que la amenaza con un arma y le deja heridas en las partes íntimas (porque la mujer se debatió y hubo desgarros) que son una prueba irrefutable de la existencia de la violación.

Cuando se habla de violación, en general la gente piensa en este tipo de violación. Son casos suficientemente raros como para que se crea que pocas mujeres fueron violadas (y es cierto, la cantidad de violaciones de este tipo es realmente mínima) pero de los que se habla lo suficientemente como para infundir miedo entre las mujeres y que éstas no se atrevan a salir solas de noche por la calle.

Sin embargo, la inmensa mayoría de las violaciones (el 70%, según lo que tengo entendido) no ocurren así. No ocurren en la calle sino en la propia casa de la víctima o en un lugar familiar. No son cometidas por desconocidos sino por personas allegadas, marido, novio, familiar, padre, médico o amigo. No dejan rastro, porque la mujer no se debate tanto. De hecho, a mí siempre me han enseñado que en caso de violación (perfecta o imperfecta), lo mejor era no resistir para no sufrir heridas mayores; sin embargo, las heridas constituyen una prueba, y si no hay heridas, poca gente se tomará en serio eso de que hubo una violación.

Una mujer que acepta estar en una cama con un hombre, pero finalmente cambia de opinión a último momento, corre el peligro de ser violada… y que nadie considere que eso fue una violación. Un caso reciente fue el de la hermana de un amigo mío, hace pocos días. Ella estaba saliendo con un chico. Terminaron en la cama. Ella, a último momento, por razones que desconozco pero que sólo le incumben a ella, cambió de parecer. Él insistió. Ella se negó. Él no tomó en cuenta la negación y siguió adelante con su propósito y la forzó. Ella, por miedo a que se pusiera violento, finalmente dejó de debatirse.

¿Fue una violación?

Para mí, no cabe la menor duda de eso. A partir del momento en que hay un «no» y en que la otra persona hace caso omiso a ese «no», se trata de una violación.

Cualquier persona, hombre o mujer, tiene derecho a cambiar de opinión en cualquier momento de la relación sexual y a negarse a seguir. Se le podrá tachar de histérica, de gataflora, de lo que sea, pero no se tiene derecho a insistir o forzarla si esa persona se niega. El límite entre la insistencia pesada («Dale, dale, abrite, dejame, dale…») y la violación es muy fino. Pero el derecho a la integridad física es mayor al supuesto derecho a una relación sexual. Nadie debería creerse que tiene un derecho sobre el cuerpo de otra persona.

Sin embargo, el psicólogo de esa chica decretó que no se trató de una violación, porque un varón, cuando empieza, «no puede parar», y que ella tendría que haberlo previsto cuando aceptó meterse en la cama con él.

A ese psicólogo habría que demandarlo y sacarle la licencia (como mínimo). Considera que un hombre tiene derecho a tener acceso al cuerpo de una mujer a partir del momento en que «empezó», sin tomar en cuenta el consentimiento de la mujer.

¿Y qué es una relación sexual sin el consentimiento de ambas partes? Pues sí: una violación. Sea cuando sea que se produzca esa falta de consentimiento.

Si un psicólogo considera que esto no es una violación, imagínense un policía, un juez. ¿Esa mujer denunciará a su violador? No, porquesabe que nadie considerará que fue violada. Y esa falta de reconocimiento duplica el sufrimiento de la violación: a la violación en sí hay que soportar la negación de la existencia de la violación. Les puedo asegurar que esa falta de reconocimiento de la violación es tan dolorosa como la violación en sí.

Por eso es que la inmensa mayoría de las mujeres violadas (más del 90%) no denuncian las violaciones de las que fueron víctimas: saben que si no se trata de violaciones perfectas, nadie les creerá, porque todavía existe la idea de que los hombres tienen derechos sobre el cuerpo de las mujeres.